Eating Disorders Can’t Afford To Wait

LA RECUPERACION ES POSIBLE

Mi nombre es Sabrina. Tengo 25 años. Soy paciente recuperada luego de 6 años de tratamiento por Anorexia Nerviosa.

Si bien la enfermedad me quitó mucho en su momento, el haber pasado por eso también me dio la fortaleza que tengo hoy en día para enfrentar muchas cosas, para vivir, para darme una nueva oportunidad y para ser feliz.

Allá por el año 2014, con 19 años y cursando el segundo año de mi carrera todo parecía ser muy normal para mí. Pero no lo era a los ojos de mis papás, quienes empezaron a notar cambios, en mis estados de ánimo y comportamiento. A decir verdad así era. Por fuera estaba sana y “en forma” pero por dentro me sentía sola, incomprendida, abandonada incluso por mí misma. Sinceramente le había perdido el gusto a la vida, a los momentos… todo lo hacía por inercia y en aquel tiempo creí que la vida sería así de invisible para siempre. Me encontraba atrapada por miedos y emociones, sin escapatoria. ¿Cuáles eran mis miedos? Miedo a crecer, a enfrentar la vida adulta, a las responsabilidades, a ser rechazada por los demás, al qué dirán… Me escondí en mí misma, lejos de la gente y de las sonrisas, rodeada del centímetro, debajo de la balanza y detrás del espejo.  La comida entonces era el único refugio que encontré para resguardarme, aquello que me reconfortaba y me hacía sentir mejor y calmar la marea de emociones que amenazaba con matarme. Pero la realidad era que me estaba matando yo misma, tanto física como mentalmente, me estaba consumiendo, me estaba apagando.

Pero tuve la suerte de tener personas a mi alrededor que vieron valiosa esa vida que yo tanto despreciaba, y la fortuna de llegar tan pero tan abajo que no quedó más remedio que empezar a subir. Dado que no fue fácil ya que es un camino cuesta arriba e implica varios tropiezos, requerí y acepté la ayuda y el acompañamiento de mi familia, personas cercanas y profesionales en el tema. En materia de tratamiento también se trató de hallar aquel en el que me sienta cien por ciento contenida y así poder entregarme por completo, porque era evidente que la solución  ya no estaba al alcance de mi familia y mucho menos en mis manos. En mi caso fueron 3 tratamientos distintos y de modalidades diferentes (el primero ambulatorio, el segundo hospital de día, y el último y con el que salí adelante, una internación durante 3 meses y luego consultas semanales).

Es increíble lo que uno aprende al transitar por este tipo de cosas. Y no hablo de conocimientos médicos o relacionados con la alimentación (porque no se trata de la comida, sino de las emociones que se manifiestan a través de ella), es algo que va más allá … de herramientas que uno va juntando a lo largo del camino que ayudan a conocernos más a nosotros mismos, a relacionarnos y desenvolvernos en el mundo, en la realidad. A saber qué nos pasa, qué sentimos y cómo actuar en base a eso. Conocemos personas, compartimos experiencias y creamos grupos que nos ayudan a practicar todas esas herramientas aprendidas.

Como mencioné al principio pasaron ya 6 años del inicio de la enfermedad. Hoy en día estoy dada de alta y no sólo puedo decir que recuperé la salud en sí, sino que también la felicidad, las ganas de vivir, las ansias por explorar y descubrir cosas nuevas, el miedo a animarme a probar cosas diferentes.

Eso no quiere decir que los miedos o emociones desaparezcan, de hecho siguen siendo parte de la realidad y constituyen la naturaleza misma del ser humano. Pero la clave está en no dejarse vencer por ellos, hacerles frente, y si no podemos solos, entonces pedir ayuda, y ser conscientes de que recurrir a alguien o tropezar con alguna piedra no está mal, de hecho nos fortalece aún más.

Y en cuanto a la perfección (si es que acaso existe)… yo la dejaría para las cosas estáticas, que no tienen vida y sólo se aprecian por ser sólo eso: cosas. Yo casi di mi vida por buscar esa perfección, sin darme cuenta de que la felicidad no dependía de eso sino de momentos, de risas, de alegrías, de compartir cosas con mis amigos y mi familia, de disfrutar y apreciar hasta lo más mínimo. Y debo decir que esta experiencia me cambió por completo, desde la manera de pensar hasta mis metas, y por eso no le guardo rencor a la enfermedad, porque después del huracán que fue en mi vida, despejó todas las nubes por completo para mostrarme con más claridad la forma de ver y valorar la vida.

Sabrina, 25 años

Buenos Aires, Argentina

World Eating Disorders Action Day

World Eating Disorders Action Day is taking place across the world on June 2, 2020. For the 5th year running, this grassroots campaign brings together ALL OF YOU from more than 50 countries and over 250 organizations around the globe to increase awareness about EDs and evidence-based treatment. EDs are life threatening, brain-based disorders, with genetic linkages and metabolic factors. They are also possible to treat, especially when identified and treated EARLY.

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